lunes, 17 de mayo de 2010

YO SÓLO QUERÍA UNA NOCHE DE DIVERSIÓN


YO SÓLO QUERÍA UNA NOCHE DE DIVERSIÓN

 
Jenny pensó que sus padres no le darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y le dijo que iba al cine con una compañera. Aunque se sintió un poco mal porque no le dijo la verdad, tampoco le dio mucha mente al asunto, y se dispuso a divertirse. La pizza estuvo bien y la fiesta genial; al final su amigo Pepe que estaba medio borracho, la invitó a dar un paseo, primero quiso dar una fumadita… Jenny no podía creer que él estuviera fumando de eso, peor aún subió al carro con él. De repente Pepe comenzó a propasarse. Eso no era lo que Jenny quería del todo. "Tal vez mis padres tenían razón". –pensó. Quizás soy muy joven para salir así. "Cómo pude ser tan tonta?. Por favor, Pepe, llévame a casa, no me quiero quedar". Molesto Pepe aceleró el auto y comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada le rogó que fuera más despacio, pero mientras ella le suplicaba más pisaba el acelerador.
De repente, vio un gran resplandor. ¡¡¡Oh, Dios, por favor ayúdanos vamos a chocar!!! Ella recibió toda la fuerza del impacto. Todo de repente se puso negro, semi inconsciente sintió que alguien la saco del auto retorcido y escuchó voces… ¡Llamen a una ambulancia!, "estos jóvenes están en problema"… Le pareció a Jenny oír que había dos autos involucrados en el accidente. Despertó en el hospital viendo caras tristes. "Estuviste en un choque terrible alguien le dijo. En medio de la confusión se enteró que su amigo Pepe estaba muerto. A ella misma le dijeron: "Jenny hacemos todo lo posible pero parece que te perderemos a ti también". "¿Y la gente del otro auto? Preguntó Jenny llorando. "También murieron" – le contestaron. Jenny oró: "Dios perdóname por lo que he hecho, yo solo quería una noche de diversión". Y dirigiéndose a una de las enfermeras le pidió. "Dígale a la familia de los que iban en el otro auto que me perdonen, que yo quisiera regresarles a sus seres queridos. Díganle a mi papá y a mi mamá que los siento, porque mentí y que me siento culpable porque varios hayan muerto, por favor enfermera, ¿Podría decir esto de mi parte?" La enfermera se quedó callada y como una estatua. Instantes después Jenny murió. Un hombre increpó entonces duramente a la enfermera. "¿Por qué no hizo lo posible para cumplir la última voluntad de ésta niña?" La enfermera miró al hombre con los ojos llenos de tristeza y le dijo: "Porque la gente en el otro auto eran su Papá y su Mamá".
"SIEMPRE PIENSEN DOS VECES ANTES DE HACER LAS COSAS Y COMPARTAN ESTO CON SUS AMISTADES Y SOBRE TODO CON SUS HIJOS".

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