EL MEJOR MOMENTO DEL
DÍA ES LA AURORA
¿A qué hora se deben levantar los creyentes todos los días? Una vez una hermana dijo: “Es fácil conocer el amor que una persona tiene por el Señor Jesús cuando escoge entre Él y dormir un poco más. ¿A quién ama usted más, al Señor o a su cama? Cuando uno ama al Señor se levanta temprano, de lo contrario se queda durmiendo hasta tarde.” Aunque estas palabras fueron dichas hace más de treinta años, aún continúan vigentes. Una persona debe escoger entre su amor por dormir hasta tarde y su amor por el Señor. Cuanto más ame al Señor, más madrugará.
Los cristianos deben madrugar, por-que la aurora es el mejor momento para reunirse con el Señor. Los únicos que están exentos son aquellos que están enfermos, a quienes, por problemas de salud se les ha mandado reposar. Debemos tener en cuenta también que muchos achaques se convierten en enfermedades porque uno se ama demasiado a sí mismo. Debemos tener en cuenta que el maná se recogía antes de que saliera el sol (Ex.16:14-21). Cualquiera que desee comer el alimento de Dios y recibir comunión, edificación y suministro espiritual debe madrugar, porque una vez que el sol calienta, el maná se derrite. Es en la madrugada cuando Dios suministra a sus hijos el alimento espiritual y la comunión santa. El que se levanta tarde, no recoge nada. Muchos hijos de Dios están enfermos, no porque tengan problemas espirituales, sino porque se levantan demasiado tarde. Debido a esto, y a pesar de que por muchos años han sido cristianos consagrados en su celo y amor, no pueden vivir una vida cristiana normal. No piense que madrugar no tiene nada que ver con la espiritualidad. Yo no conozco a nadie que sepa orar y tenga una íntima comunión con Dios, que se levante tarde.
En Proverbios 26:14 dice: “Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama.” No importa para qué lado se dé vuelta, continúa acostado sin poder despegarse de su cama. Si uno desea servir a Dios y ser un buen cristiano, tiene que madrugar todos los días.
Aquellos que madrugan recogen mucho beneficio espiritual. La comunión con el Señor, la lectura de la Biblia y la oración que uno hace a cualquier hora del día, no puede compararse con la que se hace en el alba, pues éste es el mejor momento del día para estar en la presencia del Señor. Algunos cristianos se levantan muy tarde, desperdician todo el día en otros asuntos, y sólo a la hora de acostarse se arrodillan a leer la Biblia y a orar. Por eso, no es de extrañar que para ellos la lectura bíblica, la oración y la comunión con el Señor sean tan ineficaces.
Dios te bendiga! Hna. María Cardenales
Por: hgo